Con edificios de estilo oriental y occidental conviviendo armoniosamente desde los tiempos en que los portugueses se establecieron en la ciudad, el centro histórico de Macao es hasta ahora el mayor, más antiguo y mejor conservado enclave histórico de China. En él pueden encontrarse, entre otros, las ruinas de las iglesias y monasterios más antiguos de la zona, tierra cristiana de sepultura, el primer faro moderno del continente así como también el primer teatro y la primera universidad occidentales de Asia. En total hay más de 20 atracciones históricas en el centro de la ciudad, incluyendo los famosos Templo de A-Ma, Fortaleza del Monte e Iglesia de Santo Domingo.
En calidad de primer territorio ocupado por países europeos en Asia oriental, el centro histórico ha sido fiel testimonio del intercambio entre la cultura occidental y la cultura china en Macao durante de 400 años.
En palabras del Comité de Patrimonio Mundial el Centro Histórico de Macao es a la vez testigo del desarrollo de la cultura religiosa occidental en el lejano Oriente y origen de las religiones populares chinas que se introdujeron en el mundo occidental, además de una muestra acabada de la integración de estilos arquitectónicos chinos y occidentales.
En resumen, este centro histórico es el lugar más antiguo e importante de los que recibieron la impronta de las culturas occidentales en China. Al mismo tiempo, se convirtió en la primera parada para los estilos arquitectónicos foráneos que causaron sensación en la China de los tiempos modernos. Por todo ello, en la vigésimonovena reunión del Comité del Patrimonio Mundial celebrada en Sudáfrica el 15 de julio 2005, el Centro Histórico de Macao fue elegido para incorporarse a la lista del patrimonio histórico mundial.